Conquistando las cumbres del Este

Nuestro viaje al Parque Nacional Seoraksan comenzó en la bruma matinal de Sokcho. Este parque, Reserva de la Biosfera de la UNESCO, nos esperaba con sus picos de granito y vibrantes colores otoñales. No era solo una caminata; era una inmersión en el corazón de la montaña más querida de Corea.

El grupo, formado por entusiastas de la aventura de toda Europa, comenzó el ascenso hacia la roca Ulsanbawi. El sendero fue exigente, con empinadas escaleras de piedra y caminos sinuosos, pero la recompensa en cada curva era una vista panorámica que nos dejaba sin aliento.

"Estar en la cima de Ulsanbawi, mirando el Mar del Este a un lado y las infinitas crestas montañosas al otro, me hizo comprender finalmente por qué este lugar se considera sagrado."

Después del descenso, visitamos el templo Sinheungsa, donde se alza el Gran Buda de la Unificación. El contraste entre el desafío físico de la caminata y la serenidad espiritual del templo ofreció un día perfectamente equilibrado. Terminamos con una comida local tradicional, compartiendo historias y fotos de nuestro logro.