Corea es un país donde la naturaleza ocupa un lugar central, no solo geográficamente con sus montañas cubriendo el 70% del territorio, sino también culturalmente. El concepto coreano de belleza reside a menudo en la armonía perfecta entre el ser humano y su entorno. Desde las cumbres graníticas esculpidas por el viento hasta las playas de arena fina bañadas por aguas turquesa, Corea ofrece una diversidad de paisajes que sorprenderá incluso a los viajeros más experimentados.
Las montañas: El corazón latente del país
En Corea, cada estación transforma la montaña en una nueva obra maestra. El parque nacional de Seoraksan, con sus crestas afiladas y sus cascadas cristalinas, es la joya de la costa este. En otoño, sus arces se tiñen de rojo y dorado, creando un espectáculo visual impresionante que atrae a excursionistas de todo el mundo. Más al sur, el parque nacional de Jirisan ofrece una experiencia de senderismo más profunda y espiritual a través de sus valles místicos.
El invierno no se queda atrás, transformando las montañas en reinos de hielo y nieve, ideales para los amantes de paisajes inmaculados y serenidad absoluta.
Jeju: La isla de los mil rostros volcánicos
Clasificada como patrimonio mundial de la UNESCO, la isla de Jeju es un mundo aparte. Nacida de la actividad volcánica, alberga el monte Hallasan, la cumbre más alta de Corea, rodeado de cientos de conos volcánicos (Oreum). Sus costas están salpicadas de acantilados de basalto espectaculares, playas de arena blanca y tubos de lava gigantes.
Pasear por los senderos Olle de Jeju permite descubrir a su ritmo los pueblos de pescadores, los cultivos en terrazas y la flora endémica única de la isla. Es un destino imprescindible para todo amante de la naturaleza.
Costas y Archipiélagos: La poesía marina
La costa sur de Corea, con sus miles de islas, es un laberinto marino de una belleza apacible. Archipiélagos como el parque nacional marino de Dadohaehaesang ofrecen cruceros entre islas verdes, puertos de pesca pintorescos y santuarios de aves migratorias. El litoral es una sucesión de bahías tranquilas y acantilados abruptos, ideal para una evasión lejos del bullicio urbano.
Una inmersión respetuosa y revitalizante
Este circuito es una invitación a ralentizar y respirar. JIGI TRAVEL se asegura de que viva este encuentro con la naturaleza con el mayor respeto al medio ambiente, eligiendo senderos preservados y experiencias auténticas. Déjese llevar por la majestad de los paisajes para un viaje que nutrirá su alma.